Espíritu
Al seguir el camino del Arcano de Espíritu, un mago busca convertirse en un intermediario entre los reinos. Los magos del Espíritu son a menudo gente pensativa, aquellos que consideran las consecuencias de sus actos mas allá de lo inmediato y como esas acciones van a afectar al mundo a su alrededor - no solo mas allá en el tiempo, sino también atentos a las ondulaciones que sus hechos pueden causar en los otros mundos. Aquellos que estudian la magia de este Arcano caminan en las sombras mas allá de la luz, sabiendo que hay cosas mas allá de la comprensión del hombre, cosas a las que temer allá afuera y son perfectamente felices con su entendimiento.
Niveles de dominio
● Iniciado de Espíritu
Veo las idas y venidas de mis hermanos y hermanas. Sé donde están, tanto si se ocultan en los espacios invisibles, como si lo hacen dentro de seres con un cuerpo de carne y hueso. Veo el muro entre los reinos con perfecta claridad y conozco cual es su fuerza. Hablo la lengua de los espíritus, y mi voz les es conocida.
●● Aprendiz de Espíritu
Yo hablo y mis palabras son escuchadas por los espíritus, que acuden en respuesta a mi llamada. Toco el muro invisible que separa al espíritu de la carne y puedo reforzar o minar su potencia, según mis deseos. Con mi carne desnuda, toco a los seres en Crepúsculo (Umbra).
●●● Discípulo de Espíritu
Camino en mundos invisibles, como compañero e igual de los dioses. Hablo con palabras gentiles a lo que duerme, despertando a los espíritus de la materia básica y la vida sin mente. Curo las heridas de mis parientes invisibles con palabras amables y palabras sanadoras. Expulso a los espíritus ocuros y a los fantasmas acechantes por igual, y estoy escudado contra sus tretas. He forjado un vínculo con mi familiar, un amigo y aliado.
●●●● Adepto de Espíritu
Puedo aprisionar cualquier espíritu, atándolo en acero, piedra o carne, según desee. Puedo guiar a magos jóvenes en sus primeros pasos para que tengan su propio pariente espiritual, y puedo andar a través de la barrera entre mundos sin necesidad de caminos.
●●●●● Maestro de Espíritu
Derribo a voluntad el muro que separa los mundos, o apuntalo su fuerza. Soy respetado como un noble entre los espíritus. Moldeo su sustancia a voluntad y tejo su efimería, forjando nuevos seres nacidos completamente a partir de mi voluntad. Otorgo la carne a los descarnados. Camino allí donde lo deseo, en el mundo que sea, un nativo de todas las realidades y ninguna.
●●●●●●+ Gran Maestro de Espíritu
Me convierto en un Dios menor en el mundo espiritual, aprisionando a otros en el reino de las sombras. Puedo eliminar la celosía en un gran radio y usar esto para traer hordas de espíritus del Crepúsculo (Umbra).
Todo esto y más puede hacer un archimago del Espíritu, atrayendo la atención de hombres lobo o espíritus que tratan de preservar el equilibrio pero, cuando el poder es tan grande que podría manejar hasta las más poderosas de estas criaturas como marionetas, o destruirlas con una palabra o un gesto ¿porqué habría de preocuparse?
Veo las idas y venidas de mis hermanos y hermanas. Sé donde están, tanto si se ocultan en los espacios invisibles, como si lo hacen dentro de seres con un cuerpo de carne y hueso. Veo el muro entre los reinos con perfecta claridad y conozco cual es su fuerza. Hablo la lengua de los espíritus, y mi voz les es conocida.
●● Aprendiz de Espíritu
Yo hablo y mis palabras son escuchadas por los espíritus, que acuden en respuesta a mi llamada. Toco el muro invisible que separa al espíritu de la carne y puedo reforzar o minar su potencia, según mis deseos. Con mi carne desnuda, toco a los seres en Crepúsculo (Umbra).
●●● Discípulo de Espíritu
Camino en mundos invisibles, como compañero e igual de los dioses. Hablo con palabras gentiles a lo que duerme, despertando a los espíritus de la materia básica y la vida sin mente. Curo las heridas de mis parientes invisibles con palabras amables y palabras sanadoras. Expulso a los espíritus ocuros y a los fantasmas acechantes por igual, y estoy escudado contra sus tretas. He forjado un vínculo con mi familiar, un amigo y aliado.
●●●● Adepto de Espíritu
Puedo aprisionar cualquier espíritu, atándolo en acero, piedra o carne, según desee. Puedo guiar a magos jóvenes en sus primeros pasos para que tengan su propio pariente espiritual, y puedo andar a través de la barrera entre mundos sin necesidad de caminos.
●●●●● Maestro de Espíritu
Derribo a voluntad el muro que separa los mundos, o apuntalo su fuerza. Soy respetado como un noble entre los espíritus. Moldeo su sustancia a voluntad y tejo su efimería, forjando nuevos seres nacidos completamente a partir de mi voluntad. Otorgo la carne a los descarnados. Camino allí donde lo deseo, en el mundo que sea, un nativo de todas las realidades y ninguna.
●●●●●●+ Gran Maestro de Espíritu
Me convierto en un Dios menor en el mundo espiritual, aprisionando a otros en el reino de las sombras. Puedo eliminar la celosía en un gran radio y usar esto para traer hordas de espíritus del Crepúsculo (Umbra).
Todo esto y más puede hacer un archimago del Espíritu, atrayendo la atención de hombres lobo o espíritus que tratan de preservar el equilibrio pero, cuando el poder es tan grande que podría manejar hasta las más poderosas de estas criaturas como marionetas, o destruirlas con una palabra o un gesto ¿porqué habría de preocuparse?